En procesos organizativos renovados, toda jerarquía preserva instancias de alta calidad diferenciadas por jurisdicción, competencia y funciones exigidas desde una elevada dirección.
Las fuerzas que resumen la controversia sobre el reordenamiento estatal y las relaciones de la economía son los grupos financieros, predominantemente especulativos, y los amplios sectores productivos subordinados y que tienen frugal presencia en los medios.
El origen de una ética brota de múltiples prácticas sublimadas que visten y engalanan intereses. No matar y ahorrar son mandamientos de la evolución. Otrora, matar y dilapidar constituyeron otro evangelio. Este aparece eterno en el curso de las épocas y no obstante cambia en un instante, después de cada batalla. De esos principios, los…
Aunque la consulta surge como síntoma de la evidente descomposición del Estado y la sociedad, las preguntas no aluden al problema esencial del Estado: su reducida representatividad, la ausencia de responsabilidad política, el mercadeo intraestatal de favores, la ineficacia de sus funciones.
La mayoría de noticieros, comentarios y entrevistas ha adquirido algo de la violencia embrutecedora de la TV. El aluvión de datos alucinantes gesta ocupaciones anonadantes. La TV demuestra y exhibe fácilmente seudo verdades-soluciones-técnicas-conocimientos y con ellos perfuma el pronunciamiento social, el eco de su propia voz.
Corría febrero de 1956. Se llevaba a cabo el XX Congreso del PCUS. Jruschov (1894-1971) levantaba una bandera contra los «crímenes de Stalin» y ubicaba la desgracia en las nociones del poder implantado paulatinamente después de la muerte de Lenin (1870-1924).
Ser es estar acorralado Ciorán
Cada vez que una época expira se cree que purga por falta de moral… Y es que concluye primero en el ánimo colectivo. Su descomposición sumerge a los hombres en la superstición, el fanatismo, la caza de brujas, los tribunales del crimen: fuentes refulgentes y simulacros de continuidad de los poderosos que se van.
En el respaldar del asiento de enfrente encontré un texto que lleva el título de esta columna, escrito por Luis Alberto Luna Tobar. Alguien lo había extraído del diario Hoy. Su lectura me embargó durante todo el vuelo de Guayaquil a Quito, y pude reconocer otros tiempos en sus palabras. Lo leí como sigue:
Al concluir la reunión de Quito, el Grupo de Río, que no constituye en sí una organización oficial de Estados, sino apenas una brújula para cada uno de los participantes, evidenció cierta estrechez en su ideología y sus fines, y a pesar de ello significó una crítica espontánea a las relaciones interamericanas, a la OEA…