La globalización generada por avances de la ciencia y la técnica cuestiona a la denominada “comunidad financiera internacional” integrada por FMI, BM, BID, CAF y otros. Estas instituciones siguen iguales a su pasado.
Concluyó transparentemente la III Cumbre de las Américas.
El ALCA no es únicamente el objetivo del libre comercio en las Américas.
La estrechez de los intereses que han conducido el Estado y la política, en especial la económica, se ha transformado en catástrofe que se manifiesta como parálisis de las fuerzas productivas, principio del fin de la soberanía, degradación total de la administración del Estado.
El propósito de ALCA constituye una tendencia histórica real. Negarse a ella sería, en el mejor de los casos, un romanticismo nacionalista. El proceso económico de la América subdesarrollada será inevitablemente destruido. Se diría que esta es la premisa de toda construcción.
El presupuesto del Estado ecuatoriano está inmerso en una disputa por adecuarse a las antiguas y renovadas exigencias de la creciente deuda externa, a los invisibles e irreductibles gastos prebélicos en la frontera norte, la reproducción de la base material del poder auspiciado por la “comunidad financiera internacional”, las advertencias técnicas del FMI, cuyo interventor,…
Analistas de Wall Street ofrecen al mundo algunos vaticinios circunscritos a la coyuntura.
La historia ofrece pocos momentos en los cuales la lógica y la razón conducen sus cambios. Ha evolucionado a través de la voluntad de sus actores, aunque no necesariamente desde sus arbitrios, a partir de intereses y posibilidades imperceptibles en cada comienzo, cuando se tensan las potencialidades, generalmente al margen del derecho.
El país perdió capacidad para regirse por sí mismo. El que pierde su moneda, pierde su política. Después de esto, lo mas grave fue haber entregado la base de Manta. Se perdió la política militar. A las Fuerzas Armadas, debilitadas por un poder degradado, se les impuso la obediencia, sin objeción alguna, ante la unipolaridad…
Reaparece el fantasma del darwinismo social. Los débiles y los tristes morirán antes, después seguirán los descerebrados por la “inundación de metales preciosos” que fundidos recorren piano-piano los últimos rincones del poder.