El invierno nórdico nos ofrece, entre copos de nieve, la aparición espontánea de un bonachón repartidor de bienes. Con los años, que ya suman siglos, perdió soledad. Ahora está rodeado de afanes mercantiles, en principio débiles y luego poderosos hacedores mágicos del espíritu regalón en el planeta. Acá, pocas cumbres y volcanes se congelan. El…
La constitucionalidad en Ecuador, a partir del golpe de Estado de febrero del 97 –y en algunos sentidos aún antes–, ha funcionado como encubrimiento y coartada de intereses que lo han conducido al desastre.
La especulación financiera disfruta de alta rentabilidad en la agonía del Estado y su jurisdicción.
Hace mas de un año el gobierno aseguraba su costosa estabilidad con el Partido Social Cristiano que constantemente esgrimía el Tribunal Constitucional, el Ministerio Fiscal o las cortes si no se aceptaban sus pedidos. Un reflejo condicionado garantizaba respuestas favorables. No obstante, bajo la turbulenta superficie existía una amplia y verdadera identidad.
En la evolución de las ideas existen momentos de abrumadores credos que se obstinan en deformar con el miedo la subjetividad colectiva.
La reunión de Ministros de Defensa de los Estados del continente (Quito, 16-21 de noviembre) se consagra a las nuevas razones de los ejércitos, entre ellas la mayor, el nuevo enemigo.
El Estado agoniza. La comunidad financiera, la banca especulativa, un puñado de medios de comunicación, intereses bélicos lo determinan.
¿Cuál es la agenda en la que se concentra la expresión de los intereses nacionales? ¿Cuáles son las reales pretensiones de la contraparte norteamericana?
El voto favoreció a las mejores administraciones locales. En ese marco, se contuvieron victorias, inercias y derrotas.
Aún antes del 15 de enero de 2003, el gobierno había fraguado los pilares de su permanencia: Fondo Monetario, Banco Mundial y Comando Sur. Letras de una frase: el mejor aliado.