Finanzas y subjetividad colectiva

Dos espacios económicos han alcanzado el cenit del poder en el mundo. El monopolio de las finanzas y la producción de la subjetividad colectiva.

A nivel global, esas dos dimensiones han sido descubiertas infraganti.

La Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) cuestiona profundamente a los monopolios de control financiero e ideológico. Cuestionamientos que se expresan en la demanda de crear el Banco-Sur y Telesur, para lo cual han madurado todas las condiciones necesarias.

En América Latina se demanda transformar la comunidad financiera internacional, su institucionalidad denominada multilaterales, métodos y objetivos en particular del FMI, Banco Mundial y BID.

Es la primera vez que América Latina resuelve competir –contrariar, dicen los monopolios– directamente con esa institucionalidad en pos de su propio desarrollo, la reestructuración de multilaterales, la mayor amplitud, objetividad y diversidad de la información.

Finanzas, crédito y política monetaria en este continente generan desastres. Bastaría recordar la acción del FMI que se refleja en un dato: “31.425 millones de dólares Ecuador pagó en 10 años por concepto de la deuda externa, tres veces el monto del total de obligaciones” (Expreso, 23-07-2005). Casi el Plan Marshall con el cual se recuperó la Europa de la segunda posguerra.

No se sabe dónde están esos recursos. El manejo financiero tiene carácter estrictamente especulativo que deviene instrumento de control político. Se ha sumado la corrupción de las finanzas, la gansterización de ese capital de papel.

Las virtudes de pago parcial puntual, mínimo riesgo-país, equilibrio fiscal, obedecen a cierta exclusividad de dominación, único resultado de ese financiamiento.

Ante esto, la CSN planteó la creación del Banco-Sur, proceso complejo y de laborioso alcance, porque el usurero del barrio es muy territorial, turbio y difícil de desplazar.

Dar paso a la competencia no es fácil en un mercado que no conoció nunca la libertad.

Latinoamérica solicitará alguna vez, lo que en Ecuador para el afiliado al IESS sería la cuenta personal de sus aportes, la cuenta-país de endeudamiento. Se demostraría entonces la infamia del riesgo-país, de las coartadas usadas en inversiones orientadas al crecimiento de la deuda.

Con motivo del natalicio de Bolívar, se ha lanzado Telesur que desafía una política de información monopólica cuyas consecuencias son semejantes a las del monopolio financiero.

Surge de manera germinal la posibilidad de que Latinoamérica cuente con una palabra en la arena internacional. “Esta es una herramienta de seducción de nuestros pueblos para que se enamoren de la idea de la integración, para vernos, reconocernos, recuperar la historia que en el camino hemos perdido o que nos han borrado, dijo el presidente de Telesur y Ministro de Información de Venezuela, Andrés Izarra” (El Universo, 25-07-2005).

Telesur y la perspectiva del Banco-Sur pueden conducir un juego mas limpio y libre de recursos fundamentales en el siglo XXI.