Tolerancia para avanzar en libertad

El cambio de la historia universal a partir de 1989 es uno de los mayores de que se tenga noción.

Las potencias, asumiendo ventajas técnicas y operaciones de dominación, instauran el mayor imperio jamás conocido. Los demás Estados y economías nacionales van a su extinción. Esto sería suficiente para que “los que van a morir” repensáramos todo.

El cambio integra, contradictoriamente, procesos científicos que amplían el ámbito de la memoria reflexiva y el uso de referentes cognoscitivos con más precisión y abundancia. A pesar del control del pensamiento en todas las sociedades, la misma ciencia que se usa para esclavizar podría ser arma que libere.

Los sucesos cotidianos muestran la dominación y la resistencia, apenas expectativas por nuevas organizaciones humanas. Sobre ellas todavía no hay formulaciones, pero si manifestaciones que apuntan a posibles horizontes, aún en penumbra, carentes de los perfiles que hacen el andar de los pueblos.

Una estrategia común solo será posible de sucesos que se integren a la historia. Que a la par se exprese en la voluntad y comprensión del presente sin encubrirse en discernimientos pasados.

La globalización tiene cabezas. La hegemónica es militar y no enfrenta mayores discrepancias. Europa permanece callada, sin política; la Unión Europea es un gran sujeto económico, principal escenario de la OTAN y los Cascos Azules.

Las élites europeas ratifican nociones pretéritas, al extremo que el premier inglés, Blair, se parece mucho a Berlusconi y Aznar, cada vez mas, al dirigente austriaco, Haider.

El sur latinoamericano, asiático, africano siente la reimplantación de la xenofobia, la discriminación y el racismo. Presentes en la legislación europea.

El FMI sustituye a la mayoría de los ministerios de economía de nuestro continente. Se los podría concesionar, al igual que la jefatura de las Fuerzas Armadas y la Policía. Las presidencias nacionales serían mas reales si se reconocieran como gobernaciones.

El control de los países subdesarrollados es mas eficiente que antes. Las alternativas ideales todavía no se plasman ni se materializan en fuerzas capaces de contrarrestar este proceso de dominación.

¿Qué puede pedirle Ecuador a la fuerza militar que conduce la globalización? Nada. No hay opción ni siquiera a discrepar. La ideología global que “renueva” gobiernos se nutre de antiterrorismo, lucha antidrogas y algo de antidelincuencia.

Crece la marcha fúnebre liderada por el FMI. La democracia es axioma que no requiere práctica. La ciencia y la técnica que también conducen la globalización en el Sur no existen. La escuela, la salud, la impotencia vital son capítulos de esta tragedia histórica.

Cómo enfrentar la reciente circunstancia mundial si se la considera natural y la contemplación del drama no es capaz aún de romper el silencio.

Izquierdas, centros, derechas y sus extremos, geometría plana de la política, deben repensar su existencia condicionada por la emergente realidad y por tendencias no previstas de la economía mundial.

Siempre será bueno recordar principios que reclaman ideas, herejías y combatientes contra momentos inquisitoriales: tolerancia, aceptación de las disidencias y sistemas democráticos que unan y contengan la diversidad que reconoce el pensamiento libertario.