No al cambio especulativo

Las fuerzas que resumen la controversia sobre el reordenamiento estatal y las relaciones de la economía son los grupos financieros, predominantemente especulativos, y los amplios sectores productivos subordinados y que tienen frugal presencia en los medios.

Estas dos fuerzas atraviesan la totalidad de la vida social. El sector especulativo manda en la actualidad y se sabe personificado por el gobierno de ideología socialcristiana, por un atormentado segmento de la oposición, también socialcristiano, y por su disidencia ética, algo menos socialcristiana. Esporádicamente se suman resignados a esa representación, otros sectores de la alta oposición que no cesaron de criticar y paralelamente de salvar ciertas intenciones declarativas de la consulta negada. Todas estas vertientes ejercen fascinante influencia en los medios de comunicación (especialmente en la tv) y poseen el predominio de la imagen política del poder económico. A la propuesta de cambio de esta amontonada y republicitada crema política, el electorado ecuatoriano le ha dicho no.

Este no abre paso al vasto sector productivo, multiclasista, débil y desorganizado que aún no ha hecho su propuesta de cambio y que deberá responder a la conjunción de los factores y condiciones que intervienen en la producción y las finanzas responsables del destino de la nación. El no resultó ideológicamente plural y mas trascendente que esa simple unilateralidad que engendró la consulta, averiada por el mal uso, la superficialidad y la impostura. Se abren espacios para la reforma consensual. La inconciencia y la codicia agiotista han abaratado la comprensión del atraso a la existencia del IESS y a 100 sindicatos. Esa sabihondez recibió el no. La “culpa» del subdesarrollo, lo que hay que enfrentar en primer lugar, no se agota ni cabe en las limitaciones organizativas y operativas del IESS.

La pregunta dos -eje de la consulta- no se refería conceptualmente a la seguridad social, que el Estado debe a 11 millones de ecuatorianos, estuvo oculta en la seguridad laboral que el IESS otorga a 2 millones de afiliados. Se trataba solamente de trasladar recursos del seguro social a insaciables intermediarios, cuyos negocios se dan al margen de toda solidaridad, constitutivo esencial de una propuesta de esa naturaleza.

La lección del no es también una severa observación a la publicidad del .   La divulgación de ideas degradadas pretendió trasladar la causalidad del subdesarrollo a factores secundarios. El resultado del plebiscito es un llamado de atención a ese réclame que comienza por las encuestas y cuya naturaleza bursátil genera mayores y menores ventajas desde inversiones en la bolsa de votos hasta la compra de la voluntad electoral, y no desde necesidades y razones nacionales.

El resultado de la consulta evitó, esta vez, la falaz solución que ratifica la pérdida de autoridad de quienes no pueden manejar la modernización. Se tendrá que superar la idea de una ideología excluyente arreando el Estado. El mayor requerimiento de hoy es una conducción democrática, ideológicamente plural en representación de la diversidad de intereses y, a la par, de la unidad política en la dirección del Estado.

Auspiciaron el    los que han disfrutado hasta ahora del cautiverio del electorado y conjeturaron seguir triunfando. Pero algo falló. La mayoría se percató de las trampas y encantamientos de la consulta, las encuestas y su difusión.

El resultado es la antesala de otro momento que modifica las fuerzas sociales y políticas, irriga el pragmatismo y la utopía. Parecería que sugiere renovación pre-electoral o prefigura la segunda vuelta. En cualquier caso, invade a los que competirán en el 96, pero no define ese provenir.

Sin embargo, lo que debe incidir en las elecciones del 96 es el horizonte, la estrategia que el curso mundial impone y las acciones inmediatas que la situación de la nación exige.

El no fue, fundamentalmente, contra el cambio especulativo y sus paupérrimas comprensiones.