Los atentados de terror en Nueva York aceleraron la militarización de la globalización comandada por la OTAN y el G-8 bajo la brújula de Estados Unidos. La hipotética aproximación entre Estados desarrollados y subdesarrollados se evidenció como un mito.
La guerra del Golfo se inició con George Bush-padre y continúa con los movimientos militares ordenados por Bush-hijo. El espíritu de esta guerra es terminar con el mal, el terrorismo, rostro de tantas maldades. También gas y petróleo se transforman en terror.
Cuando los ánimos se apacigüen y la solidaridad humana incorpore la experiencia inmediata y sus consecuencias a la reflexión, se midan y transparenten las circunstancias arribaremos al significado de los hechos presentes.
El mundo está espectando una transición grave. La economía avanzó mucho y su representación política quedó atrás. Los nuevos procesos no tienen encarnación política. Son clasificados desde una visión anterior y no desde una comprensión que se reconozca en la evolución que nos envuelve.
Los administradores del Estado ecuatoriano resolvieron inconscientemente incorporar el país a la guerra civil de Colombia.
La red bancaria y su poder económico opera sobre la propiedad de los medios y determina su orientación garantizando la continuidad de su poder político.
El fracaso del sistema bancario especulativo se proyecta en el (su) sistema político, mas devaluado que el sucre y sin otro nexo que con la lógica del poder. De ésta extrae todo su entendimiento que semejante a “(…) la hoja de un cuchillo sin mango, hiere la mano de su dueño”. Por eso, teme exhibir…
La liquidación de Filanbanco es otra victoria del único poder verdadero, acunado en el misterio de la trinidad: banca, Estado y grandes medios de comunicación colectiva.
El crac de Argentina es síntoma de una tragedia continental. Hace visibles las recetas del FMI, el dogal de la deuda externa, las cómplices élites usufructuarias y depredadoras de estos aparatos estatales.
Al principio, fue máscara del Estado-banca. Co-actuó con sus instituciones en la reducción de los depósitos, el encubrimiento de la “exportación” del ahorro nacional; los dolos del feriado y congelamiento bancarios, delictivas devaluaciones, tramposas devoluciones, mentirosos plazos de entrega de recursos, irrisorias y leoninas tasas de interés, garantías bancarias fraudulentas, falsos activos, engañosos préstamos vinculados,…