El paro en Orellana y Sucumbíos constituye uno de los momentos cruciales y sintomático de la necesidad de transformación política.
El bicentenario del nacimiento de Hans Christian Andersen (1805-1875) fue conmemorado honda y comparativamente con el mundo de hoy.
La salida de Rafael Correa del Ministerio de Economía es exclusión inconciente o no de una política en el seno del gobierno.
Ha devenido lugar común otorgar a cada principiante gobierno cien días acríticos antes de calificarlo.
Dos espacios económicos han alcanzado el cenit del poder en el mundo. El monopolio de las finanzas y la producción de la subjetividad colectiva.
La nación conoció en 1976 el inicio de la destrucción de amplios sectores productivos. La economía y la política que hasta entonces tenían nexos verbales con la agricultura, artesanía, manufactura, industria, tierra, tecnología, soberanía transmutaron sus palabras para depredar el Estado y sus recursos desde la esfera de la circulación.
En los años 20, el imperativo empresarial exigía al Estado asumir los riesgos del trabajo, crear fondos de corresponsabilidad, garantizar que las pérdidas no afectasen las ganancias, indemnizar por mutilaciones. La falange de un asalariado, 50 centavos; un dedo, un sucre; la mano, dos sucres; un brazo, tres; las piernas, cuatro; la vida, cinco sucres.…
La guerra civil debe ser enfrentada como tal en el planteamiento de sus soluciones políticas o militares.
Las armas marcaron la Conquista y la Colonia. Durante tres siglos la hazaña de metrópolis europeas fue devastadora. Redujeron la población a la décima parte. Esclavizaron a los pueblos y en amplias zonas quedaron solo huellas de su existencia.
En el pasado, la mayor parte de ellas fueron camuflajes o lo que podía admitir la circunstancia. En pocas ocasiones, las Constituyentes representaron lo necesario y viable.