La política esencial que ha subordinado al Estado ecuatoriano desde 1976 sigue siendo la misma. La continuidad corresponde al triángulo de poder determinante de su quehacer. Resuelve el destino de los recursos naturales y del excedente económico, la fatalidad de las instituciones nacionales y la mutación ideológica que articula la cadena de control social.
El ALCA destruirá las viejas y rivales estructuras productivas de las economías latinoamericanas.
Concluyó transparentemente la III Cumbre de las Américas.
El ALCA no es únicamente el objetivo del libre comercio en las Américas.