Los programas (promesas, dice el sentido común) valen menos que los pequeños pasos, creaciones, inventos o avances de la técnica. Por mínimos que éstos sean, involucran la totalidad social y, a largo plazo, a la especie y sus relaciones.
El petróleo fue transformado en beneficios de empresas extranjeras y deuda externa.
Reflejo de nociones dominantes es la legislación penal. Especialmente vinculada a la pasión por el lucro, esta vez, se encuentra en la pendiente del Estado y la organización social.
Se ha desatado una contienda, en apariencia estéril, sobre un posible enjuiciamiento por parte de las Fuerzas Armadas al diputado Guillermo Haro, quien habría distorsionado sucesos al ubicarlos en relaciones inculpables que, según la dirección de las Fuerzas Armadas, lesionan la institución.
De la calumnia o divulgación deliberada de escándalos delictivos queda el humo que oculta a la conciencia social lo que transcurre en las rieles de una política que levita en titulares de prensa y TV. No hay lugar para la estrategia nacional. Todo se reduce a la sombra que suprime la visión del porvenir impuesto…
La derrota sufrida por Álvaro Uribe en el referendo y las elecciones corresponde a una política belicista apenas encubierta en la propuesta de modificar el Congreso, hacer ajustes fiscales, congelar remuneraciones, salarios y pensiones. Preparar al Estado para la «solución bélica» contra la guerrilla.
En Ecuador, no existe posibilidad política de organizar un poder distinto. En otros momentos, una oposición destinada a sustituir intereses que administran el Estado materializó cambios y en consecuencia transformó el instrumento político de la nación.
Criticar una representación política es señalar sus determinaciones. Cuando la autoridad expresa directamente al poder, la crítica debe ubicar los intereses que constituyen las decisiones del gobierno.
Cuando el Emperador nombró a su caballo, Incitato, Senador, un delirio de aprobación recorrió la Asamblea de patricios. El frenesí de alabanzas al divino Calígula intimidó siglos y aún suele entusiasmar parlamentos.
El gobierno presidido por Gustavo Noboa Bejarano dejó que el tiempo macerara el espectáculo del Ministerio de Finanzas. Según su vocero, Oscar Zuloaga, conocían su preparación “desde diciembre”, pero al decir del Presidente no podían actuar a partir de “solo rumores”.