La reunión de Presidentes de América es la primera en el nuevo curso mundial. La otra, aquella que los juntó en Punta del Estado hace 27 años, se realizó en el cenit del éxito de las economías nacionales que para entonces se habían ido desgastando en cinco siglos conformando y consolidándose en el mercado mundial. …
Hasta ahora ha permanecido fuera de la forma constitucional y legal, confundida con la actividad penal y sus particularidades, para así tratada atribuírsela a la política, que apenas admite responsabilidad propia, y de manera unidimensional e incipiente.
Los resultados del pronunciamiento del 28 de agosto pueden tener diversas lecturas: una legal; otra de normatividad ética y una tercera, sobre la cualidad de las respuestas a la consulta.
En momentos patéticos de la democracia romana cupieron imaginariamente en las curules de los magistrados caballos en calidad de legisladores. Calígula designó senador a su hermoso corcel, urdiendo así, en su extrema libertad, el símbolo que nos legó.
Un lugar común asevera que los pueblos tienen el gobierno que se merecen. No obstante, cabría la tesis contraria: los gobiernos crean la impostura popular que los avala. Y quizás en esta afirmación radica la esencia de la telecracia, nueva forma de la democracia.
La mutación de la política mundial y su proyección sobre los escenarios nacionales ha conformado espontáneamente corrientes unificadoras de posiciones diversas. La contradicción no es solo confrontación permanente, sino que, en muchas circunstancias, deviene fundamento del recíproco reconocimiento, consecuencia del actual curso del caos y orden mundiales.
Las definiciones de los contendientes en los procesos internacionales se resumen en pocos estereotipos: democráticos, fundamentalistas, comunistas, narco-guerrilleros y algunas variantes de estos platos que ofrece el menú de los medios de comunicación mundial.
En la mitad atrasada del mundo opera un proceso para la destrucción del dilatado presente sin mañana. Hace las veces de explosiones sociales malogradas, de guerras justas perdidas, y en nombre de un equilibrio de laboratorio suprime hasta la memoria de lo destruido.
La política económica nació en un casino europeo al fin de la Edad Media, en esa edad de tráfico, cultivo y protección del azar cargado de los dones de la oferta, los pedidos de la demanda, las ruletas de la era.
La palabra democracia ha sido inmutable, siempre significó (y significa) el gobierno del pueblo. Lo que ha ido cambiando es la noción de pueblo.