En el siglo XIX se advirtió la relación entre dinero –el oro como equivalente general de todas las mercancías- y la moneda, expresión del arbitrio de la autoridad económica. Al dinero lo hacen la historia y la producción, mientras que la moneda desciende de la fuerza.
En la historia, pocos momentos permiten a una representación política convocar al pueblo para enfrentar la demanda de su época.
La invención técnica y las armas siempre fueron referentes en el destino de naciones. Gestaron estadios en el desarrollo humano, reorganizaron pueblos, pensamientos y multitudes.
El ALCA no es únicamente el objetivo del libre comercio en las Américas.
La marcha del 8 de abril fue de los gremios de la producción. Protestaron contra las medidas económicas con planteamientos débiles y formas estrechas, lo que redujo el significado de la reclamación ante los ojos de la colectividad que proyectó en ellos sus propios deseos.
Las organizaciones DP-PSC se han reencontrado para correr la misma suerte. Sus papeles -de cogobernantes, de gobierno y oposición o de feroces adversarios de ocasión- se reescriben en cada circunstancia. Unidad de «contrarios» enraizada en el ámbito crítico del presente.
Hace 3000 años un legislador espartano advirtió: «el pueblo no obedece las leyes si no le dan ejemplo de obediencia los magistrados». Aquello no fue una lección sino un presagio. La profecía se ha cumplido en todos los tiempos. También, en nuestro país. Ahora se diría que en el horizonte solo acecha la desobediencia del…
El gobierno exhibe cierta dualidad en su política económica que oscila, con principios distintos, entre los pedidos del poder y los de los demás. Lo sucedido con el Banco Continental (su «estatización temporal») es síntoma de que una es la administración ante el régimen bancario y otra, frente al resto.
En momentos patéticos de la democracia romana cupieron imaginariamente en las curules de los magistrados caballos en calidad de legisladores. Calígula designó senador a su hermoso corcel, urdiendo así, en su extrema libertad, el símbolo que nos legó.
La política económica nació en un casino europeo al fin de la Edad Media, en esa edad de tráfico, cultivo y protección del azar cargado de los dones de la oferta, los pedidos de la demanda, las ruletas de la era.