El Estado ecuatoriano se fundó sin representar, armonizar, defender ni cuidar la diversidad de los pueblos bajo su jurisdicción. Se pensó en un territorio y sus propietarios, y los pueblos indios no eran propietarios de nada. Fueron las razones de Estado acerca del pueblo siempre pueriles, audaces, repletas de delictiva sagacidad, posesas de una ideología…