Para enero de 1988, el último año de la guerra fría, el Ecuador estaba inmerso en la política terrorista. Esa ideología alentó los crímenes que cegaron la vida de Santiago y Andrés Restrepo Arismendi, nombres que condensan decenas de desaparecidos y asesinados. Sus deudos con leves quejidos, escasamente audibles, se han incorporado sumándose, haciendo la…