La nación conoció en 1976 el inicio de la destrucción de amplios sectores productivos. La economía y la política que hasta entonces tenían nexos verbales con la agricultura, artesanía, manufactura, industria, tierra, tecnología, soberanía transmutaron sus palabras para depredar el Estado y sus recursos desde la esfera de la circulación.
Las armas marcaron la Conquista y la Colonia. Durante tres siglos la hazaña de metrópolis europeas fue devastadora. Redujeron la población a la décima parte. Esclavizaron a los pueblos y en amplias zonas quedaron solo huellas de su existencia.
Paulatinamente, el país va dejando atrás tensiones del derrocamiento del régimen de Lucio Gutiérrez. A la par, rememora obsesivas consignas movilizadoras y se sumerge en mutaciones paralizantes.
Durante los últimos cuatro meses, en Guayaquil, Quito y Cuenca, con objetivos y liderazgos distintos, se advertía ansiedad por la pérdida de la Corte 1997-2004. En sendas asambleas definieron ultimátums de jure a las “funciones de facto”, por la Constitución y el regreso al “estado de derecho”.
El auto de nulidad procesal en los juicios contra Abdalá Bucaram, Gustavo Noboa, Alberto Dahik y otros, dictado por el presidente de la CSJ, Guillermo Castro Dáger, es decisión cuyas consecuencias no se detienen en los encausados. Deviene hito que marca el fin de un período en la utilización de la función judicial y en…
El forcejeo alrededor de la Corte Suprema de Justicia es síntoma de la catastrófica destrucción del Estado ecuatoriano que ha perdido autocontrol, defensas, capacidad legislativa y política.
La voracidad tumultuosa de pocos y los anhelos de muchos en marchas y contramarchas se arrogan la representación de la nación.
El 15 de enero, el Presidente rindió su informe sin considerar la situación de la nación ni su política frente a esa situación. Simplemente, trasladó los memorandos de tareas de sus Ministros y acentuó las diferencias con un sector de la oposición.
El voto favoreció a las mejores administraciones locales. En ese marco, se contuvieron victorias, inercias y derrotas.
En el esplendor de las conquistas de Hitler, uno de sus temores creó y multiplicó los campos de concentración.