El país debe reflexionar y organizar hacia un nuevo ordenamiento sus enlaces con el mundo: con EE.UU., con Europa, con Japón, con el G-7, con América Latina. La superación de sus actuales relaciones va mas allá de una simple aspiración al libre comercio.
A mediados de 1992, el Pacto Andino trasluce una profunda crisis referida a un mercado de bajísimo intercambio relativo, crisis a causa de un ínfimo nivel tecnológico, crisis por las objeciones de sectores especulativos, crisis de ordenamientos caducos, crisis de un inútil lirismo latinoamericanista, crisis de recursos naturales expoliados en la zona, crisis que estallan…