La técnica fue siempre premisa y acompañante de toda transformación social. Sus soluciones constituyen respuesta y cimiento a los desafíos de la práctica, la comprensión, la productividad y la fuerza.
Aunque la consulta surge como síntoma de la evidente descomposición del Estado y la sociedad, las preguntas no aluden al problema esencial del Estado: su reducida representatividad, la ausencia de responsabilidad política, el mercadeo intraestatal de favores, la ineficacia de sus funciones.
Las declaraciones de Mauricio Pinto y de Baquerizo Alvarado estimulan la perspectiva de alguna transformación verdadera para el Ecuador. El Ministro de Industrias, por ejemplo, manifiesta su disposición a favor de la integración, de someter la industria ecuatoriana a una competencia que aliente una renovación técnica; de alguna manera denuncia el atrasado proteccionismo cuando dice…