La historia rara vez se presenta desnuda y en los titulares de primera página. A veces aparece en los intereses personales, oculta tras presuntos o reales apetitos individuales. Jamás decurre al margen de la sicología, las ideas y la práctica de los hombres concretos y sus pasiones.
El país debe reflexionar y organizar hacia un nuevo ordenamiento sus enlaces con el mundo: con EE.UU., con Europa, con Japón, con el G-7, con América Latina. La superación de sus actuales relaciones va mas allá de una simple aspiración al libre comercio.