Los disparos contra Irak no hacen una guerra, son un tiro al blanco. Irak es polígono de armas de destrucción masiva ocultas en palacios, campamentos, hospitales, museos, poblaciones. Si yerran, da igual, pues las bombas siempre caen sobre el objetivo. Así nos informan.
Leía con atención el periódico cuyo titular rezaba “formidable bombardeo…” Y sin mover los ojos ingresó en la noticia.