25 alcaldes (número de proponentes) han puesto a consideración del Consejo Provincial del Guayas la convocatoria a Consulta sobre ocho preguntas. En rigor, una parodia de mandatos constitucionales.
El SÍ es de los pronunciamientos electorales el más complejo de la historia de Ecuador. Su estructura posee diversas motivaciones colectivas.
En el siglo XIX se advirtió la relación entre dinero –el oro como equivalente general de todas las mercancías- y la moneda, expresión del arbitrio de la autoridad económica. Al dinero lo hacen la historia y la producción, mientras que la moneda desciende de la fuerza.
La aprobación de la consulta popular para el 15 de abril en el Congreso constituye una victoria del gobierno y también de la oposición. El triunfo del pueblo hubiese supuesto una ruptura. La aceptación de la convocatoria ha protegido transitoriamente al Congreso del juicio social.
En la historia, pocos momentos permiten a una representación política convocar al pueblo para enfrentar la demanda de su época.
La salida de Rafael Correa del Ministerio de Economía es exclusión inconciente o no de una política en el seno del gobierno.
Las cabezas de la oposición y del gobierno se imputan haber cometido violaciones varias. Del Código Penal, unas y de la Constitución, otras.
En Ecuador, no existe posibilidad política de organizar un poder distinto. En otros momentos, una oposición destinada a sustituir intereses que administran el Estado materializó cambios y en consecuencia transformó el instrumento político de la nación.
La dolarización se impuso a Ecuador como política militar y no monetaria. No requirió reforma financiera ni transformación crediticia ni constitucional. Apenas, reconocimientos estériles sobre la pérdida de funciones del Banco Central.
El título es paráfrasis de la afirmación de Alain Touraine: La Argentina es un país que no existe. Afirmación que bien podría hacerse de la mayoría de Estados de América Latina, exceptuados Brasil, México, Cuba, Chile y los esfuerzos de Venezuela.