El triunfo popular en la consulta del 15 de abril descompuso aún más la representación del poder. La degradación es directamente proporcional a su proximidad con la tríada de multilaterales (hoy semi-ocultas), la banca y sus medios -sustitutos de moribundos partidos cuyas cúpulas se esfuerzan por aparecer independientes-. Esos partidos e independientes ofrecen fáciles reivindicaciones,…
Sí, un periódico de la Administración de intereses de la Nación ecuatoriana reflejaría las políticas de Estado y su realización en la cotidianidad de cada una de sus funciones.
25 alcaldes (número de proponentes) han puesto a consideración del Consejo Provincial del Guayas la convocatoria a Consulta sobre ocho preguntas. En rigor, una parodia de mandatos constitucionales.
En estos días, un programa telefónico de encuestas se aplicó en algunas ciudades del país. Un temor reflejaba la extrema susceptibilidad a la que se abisma la banca.
Respecto de RCTV, concluyó el tiempo de concesión de la que fuera “su frecuencia”, la cual pasará a formar parte de un medio estatal de información.
La paráfrasis de una consigna en las protestas de Nanterre de 1968 se adaptaría al porvenir del SI en la consulta: la imaginación al mando de la Asamblea.
El domingo 15 de abril se impuso el derecho de la ciudadanía a ser consultada, lo que venía siendo escamoteado por escombros partidarios. Ese derecho será garantizado en las futuras normas supremas.
Hace pocos días, la AEDEP publicó una proclama bajo la palabra citada. Los pronunciamientos de la prensa han encontrado generalmente cierto eco en el conjunto de la sociedad ecuatoriana. No obstante, esta vez no.
Dos aspiraciones a la provincialización, la Península y Santo Domingo de los Colorados, rehabilitan la reflexión sobre la cuestión político-administrativa del territorio ecuatoriano.
El fracaso de la convocatoria a Asamblea Constituyente redujo al Presidente en su condición de mandatario. No fue capaz de traspasar los límites impuestos por los representantes del Congreso, el Tribunal Supremo Electoral y su petit entorno. Simultáneamente creció el repudio al monopolio político.