De los Estados del continente americano, el que mas desconcierta por su servidumbre, saqueo y destrucción es el ecuatoriano.
La Trigésima Cuarta Asamblea General de la OEA no despertó ninguna esperanza.
La visita del Presidente de Colombia fue espectacular. Activó los aparatos de seguridad en la capital. Aparatos que demostraron estar entumecidos por falta de uso.
“El momento de la diplomacia ha terminado”, afirma el Departamento de Estado. Su práctica –mas persuasiva y visible- exhibe 200.000 super soldados listos para la invasión.
Con las guerras de la Independencia se crearon nuestras repúblicas. En ese principio, los pueblos vernáculos, siguieron en la penumbra de la conciencia colectiva. La conquista marcó para siempre las estructuras de Estados latinoamericanos que reconquistan periódicamente a la población también con otras armas, la producción de la subjetividad colectiva.
La candidatura de Rodrigo Borja a la Secretaría General de la OEA tenía valiosos contenidos. La demanda de convertir el organismo americano en instrumento de transformaciones y eximirlo de cierta naturaleza mini ONU-post 89, a fin de que la OEA fuera premisa de sanas relaciones interamericanas, exigentes de progreso y ajenas a pasados vínculos político-militares…