En momentos patéticos de la democracia romana cupieron imaginariamente en las curules de los magistrados caballos en calidad de legisladores. Calígula designó senador a su hermoso corcel, urdiendo así, en su extrema libertad, el símbolo que nos legó.
Alguien dijo alguna vez: gobernaremos desde la oposición. Al fin, la frase se convirtió en realidad. Hoy se gobierna desde la oposición y se hace oposición desde el propio gobierno.
Las definiciones de los contendientes en los procesos internacionales se resumen en pocos estereotipos: democráticos, fundamentalistas, comunistas, narco-guerrilleros y algunas variantes de estos platos que ofrece el menú de los medios de comunicación mundial.