Se ha iniciado el fin de lo que se creara en el período 1976-1979, cuando se instituyó el poder financiero en la conducción del Estado y se formaran la ID, la DP y el PSC reorganizado, bajo los servicios del Triunvirato Militar.
Desde 1976, a partir del reordenamiento del sistema político, el PSC, ID y DP se constituyeron en principales actores, representantes de la “modernidad financiera” que conduce al Estado.
De los Estados del continente americano, el que mas desconcierta por su servidumbre, saqueo y destrucción es el ecuatoriano.
Ninguna propuesta política resulta suficiente si se enclaustra entre muros de niveles de pobreza, falta de democracia, ausencia de representación de intereses nacionales y, peor aún, si se reduce a la corrupción y sus variantes en la administración estatal y privada.
Un llamado a la unidad para superar la crisis ocupa el país.
El Ecuador resiste una situación caótica resultante de afluentes de la historia, el pretérito mediato y el actual interinazgo. Contener este caos por parte de los últimos que lo desataron en las jornadas de febrero luce poco probable.
La Constituyente surgió como consigna a comienzos de los años 90. Las razones tenían y tienen que ver con el agotamiento del Estado presidencialista deteriorado por las épocas y usos desde los orígenes de la República. Su ineficacia salta a primer plano ante la imposibilidad de materializar, proyectar y simbolizar plenamente los intereses de la…
La evolución mundial conduce a prolongadas, tortuosas y violentas confrontaciones en armazones administrativas e intereses de todos los regímenes, también en las ideas que pretendieron detenerse en las fronteras de la economía nacional.
Durante el período de esta post guerra-de-bajísima-intensidad, el sistema político ecuatoriano y sus actores no privilegiarán tendencias doctrinarias. Cierto consenso se impone para resolver problemas tales como el territorial, la integración, la participación activa del Estado en el reordenamiento jurídico internacional, en la formulación jurídico-ideológica que conduzca relaciones interestatales.
Un lugar común asevera que los pueblos tienen el gobierno que se merecen. No obstante, cabría la tesis contraria: los gobiernos crean la impostura popular que los avala. Y quizás en esta afirmación radica la esencia de la telecracia, nueva forma de la democracia.