Sí, un periódico de la Administración de intereses de la Nación ecuatoriana reflejaría las políticas de Estado y su realización en la cotidianidad de cada una de sus funciones.
El domingo 15 de abril se impuso el derecho de la ciudadanía a ser consultada, lo que venía siendo escamoteado por escombros partidarios. Ese derecho será garantizado en las futuras normas supremas.
La aprobación de la consulta popular para el 15 de abril en el Congreso constituye una victoria del gobierno y también de la oposición. El triunfo del pueblo hubiese supuesto una ruptura. La aceptación de la convocatoria ha protegido transitoriamente al Congreso del juicio social.
Ecuador ha tomado demasiada distancia del pensamiento y espíritu con el que fue creado.
El huracán tuvo efectos desastrosos. El drama que desde su inicio provocó, no ha concluido con el fin de la tormenta. Quedan heridas abiertas, el dolor que desencadenó y una política develada.
Ha devenido lugar común otorgar a cada principiante gobierno cien días acríticos antes de calificarlo.
Las cabezas de la oposición y del gobierno se imputan haber cometido violaciones varias. Del Código Penal, unas y de la Constitución, otras.
La voracidad tumultuosa de pocos y los anhelos de muchos en marchas y contramarchas se arrogan la representación de la nación.
El 15 de enero, el Presidente rindió su informe sin considerar la situación de la nación ni su política frente a esa situación. Simplemente, trasladó los memorandos de tareas de sus Ministros y acentuó las diferencias con un sector de la oposición.
La nación está avocada a restituir una de sus fuentes mas trascendentes del derecho y la soberanía, la ciudadanía. Hoy, desorganizada, ideológicamente agredida, moralmente desarmada y políticamente confundida.