Cuando la Iglesia Católica pisó América incomprendió mitos, creencias y ritos que tenían y tienen tanto predicamento, tanta eficacia, tanto valor moral como el cristianismo de la cultura -no el cristianismo de la Inquisición que también trajeron-, el de las catacumbas. Habían olvidado el espíritu de quienes seguían a Moisés y entraron al nuevo mundo…