Europa, sin embargo, podría mirarse en el espejo y exclamar: tanta historia para tan poco poder.
En el siglo XXI volvió a cambiar la función de la guerra y la paz. Mutó en la declinación de soberanías y economías subdesarrolladas, en el trastorno de la hegemonía de las potencias, en la unipolar militarización que escolta la globalización.
El cambio de la historia universal a partir de 1989 es uno de los mayores de que se tenga noción.
El ritmo de la evolución social generalmente se adelanta a ciertas palabras, denominaciones y lugares comunes que pierden su semántica originaria por esa mutación.
La técnica fue siempre premisa y acompañante de toda transformación social. Sus soluciones constituyen respuesta y cimiento a los desafíos de la práctica, la comprensión, la productividad y la fuerza.