Un lugar común asevera que los pueblos tienen el gobierno que se merecen. No obstante, cabría la tesis contraria: los gobiernos crean la impostura popular que los avala. Y quizás en esta afirmación radica la esencia de la telecracia, nueva forma de la democracia.
Decir que la vida pende de un hilo se presta a muchas interpretaciones. Por ejemplo, cuatro hilos de la historia ecuatoriana, cacao, café, banano y petróleo definieron períodos fundamentales del Estado y de las estructuras de Poder en la nación.