De la calumnia o divulgación deliberada de escándalos delictivos queda el humo que oculta a la conciencia social lo que transcurre en las rieles de una política que levita en titulares de prensa y TV. No hay lugar para la estrategia nacional. Todo se reduce a la sombra que suprime la visión del porvenir impuesto…
En Ecuador, no existe posibilidad política de organizar un poder distinto. En otros momentos, una oposición destinada a sustituir intereses que administran el Estado materializó cambios y en consecuencia transformó el instrumento político de la nación.
A pocas horas del llamado que Álvaro Uribe hiciera a la sociedad ecuatoriana para que desmitificara el componente militar del Plan Colombia, el secretario de Estado, Colin Powell, criticó la gestión antiterrorista de Ecuador y ubicó limitaciones: los débiles controles financieros del gobierno y el incremento de la anarquía en las provincias del norte de…
“El momento de la diplomacia ha terminado”, afirma el Departamento de Estado. Su práctica –mas persuasiva y visible- exhibe 200.000 super soldados listos para la invasión.
Este siglo XXI exhibe una potencia ideológica semejante al cenit de las grandes iglesias, cuando sus nociones fundamentan los intereses mas concentrados del globo.
La invasión a Irak exhibirá técnica de última generación, productividad en la mayor catástrofe humanitaria, manejo de recursos e inmediata administración norteamericana del petróleo en beneficio, dicen, del pueblo iraquí. Concluida la arrolladora debelación se desatará la caótica inestabilidad de la región.
El crimen de Estado se protege. A priori, está justificado por el silencio que impone. La tradición enseña que son crímenes buenos, no-punibles, ejemplarizadores, inincriminables.
Los hechos sociales y la comprensión de ellos se presentan y formulan envueltos en apariencias.
El siglo XIX concluyó con la convicción de que la guerra era la continuación de la política por otros medios. Así pensaron teóricos, grandes políticos y estudiosos de los conflictos bélicos.
La transición económica que organiza la Unión Europea carece de representación política propia. A partir de 1991, ese espacio ha sido ocupado por la irrupción de la unipolaridad militar.